- Había sido prefecta en el bachillerato y eso le permitió volver a serlo.. En la universidad. Ya que sus abuelos eran conocidos de la directora pudo entrar fácilmente y ganar la simpatía de ambos encargados, que le habían ayudado económicamente a salir adelante. Vestía el uniforme del Instituto ya que lo había podido conseguir anteriormente. Quedando de pie frente a la puerta de la dirección, toco un par de veces para entrar con una pequeña reverencia -
- Directora Tatsuya, ya he llegado y me he instalado en mi habitación, con su permiso me retiro, debe tener muchos asuntos más de los cuales encargarse. Si desea mi ayuda como tutora estaré en mi habitación.
- Espero a que la Directora confirmara su estado -